¿Por qué la viticultura «convencional» cuesta caro?

Publicado el 2019-02-25

¿Y si lo convencional también contaminara?

Antes que nada quisiera precisar que no acuso en absoluto a los productores en convencional que, individualmente, hacen lo que pueden para producir el mejor vino posible en un mercado competitivo.
Suelo escuchar, leer en las revistas o en las redes sociales que la agricultura orgánica contamina y cuesta caro.
Es cierto, en fin, más o menos cierto. Si, ya sé, es mi lado normando.
Por ejemplo, que lo orgánico contamine con la utilización de cobre, no quiere decir que lo convencional no contamine.
Sobre todo, que un productor en convencional utiliza, por lo general, un promedio de 1,5 kg al año contra 4 kg en orgánico y 3 kg en biodinámico.
Hacernos creer que los productos químicos de síntesis utilizados además del cobre en convencional no son peligrosos, es una noticia falsa:
Algunas moléculas, como el Dithianon, asociadas al fosfato de potasio están clasificadas H351: puede provocar cáncer, H400: muy tóxico para los organismos acuáticos, H410: muy tóxico para los organismos acuáticos, provoca efectos nefastos a largo plazo. Y esto es tan solo un ejemplo...

Pero volvamos al coste de producción
La producción orgánica cuesta más caro ya que el rendimiento es menor y que demanda mayor mano de obra. La producción convencional cuesta más barato, pero solamente si no contamos lo que llamamos externalidad de los costes de producción.
Hoy sabemos que Francia es el segundo país europeo que más productos fitosanitarios utiliza, lo que equivale a aproximadamente 66.660 toneladas, es decir, dos kilos por segundo.
Los tráficos entre países, según el portavoz de Europol, Søren Pedersen, podrían representar entre 5 % y 10 % del mercado de productos fitosanitarios. Los productos falsificados y las existencias que se pasan por debajo de la mesa explican por qué productos que han estado prohibidos durante décadas ahora se encuentran en los alimentos y en la naturaleza.
La viticultura utiliza 20 % del tonelaje cuando representa 3,4 % de la superficie agrícola útil.
Quieren hacernos creer que los productos de hoy ya no son peligrosos. Llevo 25 años escuchando lo mismo.
Cada año se prohíben cientos de productos, prohibición que a menudo tarda en aplicarse. Y mientras tanto, siempre se puede solicitar una excepción. Según el último informe disponible (octubre de 2015) del Comité Permanente de Vegetales, Animales y Alimentos, que emite estas excepciones, Francia ha obtenido 19 de ellas. En segundo lugar, después de España, primera en Europa (27). En total, en el 2016, hubo 120 excepciones para 20 países de los 28 de la Unión Europea.

El coste de la contaminación del agua
¡Con 1 gramo de pesticida se pueden contaminar 10 km de un arroyo de 1 metro de ancho y 1 metro de profundidad!
Y ¿cuál es el coste de la descontaminación de los nitratos?
70 euros por kilogramo; y los pesticidas, 60.000 euros por kilogramo.
Según un informe de 2011 de la Comisaría General de Desarrollo Sostenible de Francia, el coste total del tratamiento de la contaminación agrícola y ganadera (nitratos y pesticidas) disuelta en el agua se estima en más de 54.000 millones de euros al año. El coste total del saneamiento de las aguas subterráneas superaría los 522.000 millones de euros (coste teórico).

El coste de los disruptores endocrinos
Una serie de estudios científicos publicados en el 2015 en el Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism de la Sociedad Endocrina muestran que la exposición de las poblaciones europeas a los disruptores endocrinos han causado numerosas patologías que suponen un coste para la sociedad estimado entre 150 y 260 mil millones de euros al año (es decir, entre el 1,2 % y el 2 % del PIB). Según los resultados presentados, las substancias más problemáticas son los pesticidas organofosforados y organoclorados. Los costes directos (asistencia, tratamiento médico, etc.) e indirectos (pérdida de productividad, absentismo, etc.) de los trastornos y enfermedades relacionadas con dichas sustancias ascienden a unos 120.000 millones de euros al año (rango bajo) en Europa.

El coste de la contaminación atmosférica
Según las estimaciones de la OMS publicadas en marzo del 2014, casi 3,7 millones de personas murieron prematuramente en el 2012 debido a la exposición a la contaminación del aire exterior. Algunos estiman que la agricultura es responsable de más de la mitad de esta contaminación atmosférica.
Pero lo que aún no se sabe es que «la industria química es un sector de consumo intensivo de energía, el más intensivo en energía de la industria manufacturera con un 28 % del consumo neto de energía de la industria manufacturera (excluyendo la nafta), por delante de la metalurgia, la industria alimentaria y la fabricación de otros productos minerales no metálicos. Su consumo de energía ascendió a 16,6 millones de TEP (toneladas equivalentes de petróleo) en el 2014, un 9 % más que en el 2013. El 62 % de este consumo neto corresponde a los usos de materias primas, el resto, a usos energéticos (fabricación, producción de electricidad, calefacción y otros usos)». Fuente: France Chimie, que es la federación de sindicatos profesionales del sector.

La agricultura depende cada vez más de los fertilizantes químicos, pesticidas y herbicidas y, por ende, indirectamente del petróleo.
La viticultura utiliza 20 % del tonelaje cuando representa 3,4 % de la superficie agrícola útil.
Esto es lo que no se encuentra en el precio de su botella de vino «convencional».

Pierre Guigui